La fibromialgia es una enfermedad caracterizada por dolores musculares y óseos recurrentes sin que exista una causa orgánica visible.
Suele producir, además del dolor, otros síntomas como la fatiga persistente, problemas de memoria, alteraciones del sueño, rigidez generalizada y cambios en los estados de ánimo. La edad promedio en la que empiezan a manifestarse los síntomas es entre los 30 y 50 años; y suele ser más frecuente en mujeres que en hombres.
Aun se desconoce la causa de esta enfermedad, pero se cree que se produce a raíz de una función anormal del sistema nervioso central que actúa amplificando las señales de dolor. Puedes prevenirla informándote sobre cómo aprender a detectar la fibromialgia para actuar a tiempo.
Si bien esta enfermedad no pone en riesgo la vida ni ocasiona daño muscular ni articular, puede tratarse el dolor de manera natural. En esta nota podrás tener en cuenta algunas recomendaciones que ayudarán a tu cuerpo a sanarse y recuperar el equilibrio.
Incorpora frutas a tu dieta
Las frutas cítricas, así como también las fresas y las cerezas contienen propiedades antioxidantes que te ayudarán a retrasar la oxidación de las células y a eliminar las sustancias tóxicas del organismo. Además, es muy importante que tu alimentación sea completa en vitaminas C, A y E, por eso incorpora también frutas como el aguacate y el limón.
Para agregar estos alimentos a tu dieta de todos los días, puedes comerlos crudos, asados con miel, en ensaladas, postres, licuados y muchas otras preparaciones que ayudarán a tu cuerpo a mantenerse saludable.
Consume grasas vegetales
Procura evitar las comidas fritas, así como los embutidos y carnes rojas que aportan a tu cuerpo grasas saturadas perjudiciales para mantener tu cuerpo saludable. Opta mejor por grasas vegetales que, formadas por ácidos grasos insaturados, ayudan a reducir el colesterol, a mantener la salud del corazón y son una buena fuente de antioxidantes como los carotenos y tocoferoles.
Por eso, es recomendable complementar las comidas con aceites de oliva, aceitunas, semillas saludables de lino, de sésamo o girasol, etc.
Elige alimentos ricos en magnesio
La carencia de magnesio a nivel corporal puede generar calambres y espasmos en los músculos, ya que interviene en su proceso de contracción.
Por eso, puedes ayudar a aliviar el dolor de la fibromialgia incorporando alimentos ricos en magnesio como las espinacas, espárragos y lechuga.
También, si consumes alimentos con selenio como la cebolla, ajo, coles, naranja, pepino, calabaza y manzana, te ayudarán a disminuir la sensación de dolor.
Opta por suplementos alimenticios naturales
Algunos complementos como la clorofila, las algas marinas como la espirulina o el jugo de aloe podrán ayudararte naturalmente a combatir el cansancio y a mantener tu cuerpo libre de toxinas.
Prueba con tratamientos alternativos
Dentro de las distintas técnicas para mantener tu cuerpo y mente en equilibrio, algunos tratamientos como la acupuntura, reflexología y digitopuntura podrán ayudarte a tratar los bloqueos relacionados con diferentes afecciones de los órganos que pueden desencadenar enfermedades como la fibromialgia.
Los masajes también pueden servirte para relajar los músculos y ayudar al cuerpo a reestablecer su energía. De la misma manera, el reiki, la aromaterapia y las flores de Bach, en combinación con una dieta adecuada, pueden ser poderosas herramientas para sanar tu cuerpo.
Evita el trigo, la avena, el centeno y la cebada
Algunas personas con fibromialgia también sufren de alergias o intolerancias alimentarias. Estudios recientes han encontrado ciertas conexiones entre esta enfermedad y la celiaquía.
Por eso, evitar el trigo, la avena, el centeno y cebada podría ayudar a estas personas a reducir la inflamación, aliviar dolores y reducir los síntomas.
Mueve tu cuerpo
Realizar actividad física de manera regular te ayudará a restaurar y mantener el tono muscular. Elige caminar, andar en bicicleta, nadar, realizar yoga o tai-chi en lugar de actividades físicas de alto impacto o que impliquen trabajo con peso.
Procura mantenerte conectado con tu cuerpo, consciente de las zonas de dolor y consultar antes con tu médico para asegurarte de encontrarte en condiciones de realizar cualquier actividad.
Importante: Debe aclararse que La Bioguía no da consejos médicos ni receta el uso de técnicas como forma de tratamiento para problemas físicos o mentales sin el consejo de un médico, sea directa o indirectamente. En el caso de aplicar con ese fin alguna información de este sitio, La Bioguía no asume la responsabilidad de esos actos. La intención del sitio es solamente ofrecer información de naturaleza general para ayudar en la búsqueda de desarrollo y crecimiento personal.