Las personas más propensas a la Fibromialgia son aquellas que tienen un sentido muy riguroso y exagerado de responsabilidad.
Cuidan siempre de todas las tareas, tanto suya como de los demás;
Están siempre trabajando sobrecargados, pues consideran un deber a ser cumplido;
Asumen muchos compromisos, tanto de trabajo como de familia, aun sabiendo que van más allá de su tiempo y energía;
Realizan grandes esfuerzos para cumplir las obligaciones impuestas y llegan al agotamiento;
Las personas con Fibromialgia tienden a ser perfeccionistas;
Evitan pedir ayuda o favores, o por orgullo o para no molestar a los demás;
Muchas veces se sienten usados por quien está cerca, pues está siempre dispuesto a ayudar;
Normalmente, sienten que sus esfuerzos no son valorados, pero en vez de parar, redoblan el empeño;
Otra característica de quien sufre de Fibromialgia es baja autoestima, para agradar a los demás, luchan para decir no e imponer límites;
Colocan de lado sus propias necesidades;
Puede haber sentimientos infundados de culpa, casi siempre, no compartidos;
Tienen dificultad para dedicarse al ocio;
Otros rasgos de personalidad destacada de las personas con Fibromialgia es la rigidez del pensamiento y la dificultad para ajustarse a los cambios;
En la mayoría de los casos hay sentimientos como resentimiento o rabia, tanto de otros como de sí mismos, por no atreverse a revertir a la situación;
El estrés también puede estar relacionado con la fibromialgia; es posible que un estrés permanente pueda culminar en Fibromialgia, así como los síntomas del síndrome pueden acarrear el estrés.
En todos los elementos, el autoconocimiento puede ayudar. Saber lo que molesta, lo que desagrada y donde es posible cambiar son los primeros pasos en la búsqueda de una vida sana.