Entre todos los síndromes de nuestros días hay dos que despiertan una fascinación continua en los investigadores y médicos de todo el mundo: el lupus y la fibromialgia. Ambas condiciones médicas se han investigado durante mucho tiempo y en ambas causas se han construido muchas teorías. Sin embargo, hasta ahora, no existe una respuesta absoluta y completa a las preguntas que los médicos y sus pacientes plantean sobre la Fibromialgia y el Lupus.
En ambos casos, determinar la causa real detrás de esto es casi imposible, principalmente porque muestran muchos síntomas aleatorios que pueden diferir mucho de una persona a otra. En Fibromialgia, la teoría principal afirma que es causada por los niveles anormales de neuroquímicos en el cerebro humano, que conducen no necesariamente al dolor en sí mismo, sino a sentir dolor más riguroso.
Otras teorías afirman que el medio ambiente y la genética son importantes para determinar qué desencadenó realmente el síndrome de fibromialgia, pero hasta ahora no se han presentado pruebas concluyentes.
Incluso hay teorías que se basan en cómo el número de vasos en las extremidades del cuerpo humano puede cambiar la forma en que el cerebro percibe el dolor. Cómo ocurren los otros síntomas del síndrome y cómo pueden ser tan variados y afectar múltiples partes del cuerpo, esto sigue siendo un completo misterio.
En cuanto a Lupus, las cosas tampoco son más claras (ni siquiera de lejos, en realidad). Sus causas pueden estar relacionadas con una gran cantidad de cosas, incluyendo el medio ambiente y el estrés (como en el caso de la fibromialgia), pero no limitado a la misma. Lupus parece “correr en la familia” y el estrés juega un papel importante, pero también hay otras causas detrás.
Entre estos, a menudo puede encontrar infecciones con CMV (citomegalovirus), un parvovirus, el virus de la hepatitis C y el Epstein-Barr. Además, la exposición a la luz ultravioleta, al tricloroetileno (y otros productos químicos) y ciertos tipos de antibióticos (como los basados en la penicilina) pueden ser las causas del desarrollo de Lupus.
El misterio detrás de las causas del lupus y los de la fibromialgia no son lo único que estas dos condiciones médicas tienen en común. Además, algunos de sus síntomas pueden superponerse mucho hasta el punto en que se producen diagnósticos erróneos (y, por lo tanto, un tratamiento deficiente). Algunos de los síntomas que tienen en común incluyen dolor en las articulaciones, hinchazón de las extremidades (en el caso de la fibromialgia solo puede ocurrir la sensación), fatiga, fotosensibilidad y cambios rápidos e inesperados en el peso.
Sin embargo, una cosa que es bastante particular del Lupus es el hecho de que los pacientes pueden desarrollar erupciones en forma de mariposa en varias partes de la piel, lo cual no se encuentra en el caso de la Fibromialgia. Sin embargo, muchos pacientes con Lupus tampoco muestran ese síntoma.
Además, el lupus puede ser mortal (y la fibromialgia no puede causar la muerte de nadie), especialmente cuando llega a afectar partes serias del cuerpo humano. Con bastante frecuencia, puede llegar a afectar los riñones (que conducen a la insuficiencia renal), los pulmones, el sistema nervioso central, el corazón y puede hacer que el cuerpo sea más propenso a contraer infecciones o incluso a desarrollar cáncer.
Entonces, ¿cómo pueden los profesionales médicos distinguir entre Lupus y Fibromialgia?
El análisis exhaustivo del estado del paciente es clave cuando se intenta establecer un diagnóstico y tener que elegir entre Lupus o Fibromialgia. El médico realizará una serie de consultas, así como una serie de exámenes para establecer cuántas partes del cuerpo se ven afectadas y cómo se dañan.
En el caso del Lupus, los profesionales médicos comenzarán analizando los síntomas del paciente y realizarán una serie de análisis de sangre básicos para determinar si tiene anemia o si carece de ciertos elementos en la sangre. Además, el médico también ejecutará una ERS (Tasa de sedimentación de eritrocitos) que puede determinar la presencia de una enfermedad autoinmune en el cuerpo. Si los glóbulos rojos se asientan más rápido de lo normal durante este examen, entonces el paciente se convertirá en un Lupus o un sospechoso de enfermedad autoinmune.
Otras pruebas que puede realizar un médico para determinar exactamente si se trata de Lupus o no, con las que se enfrenta incluyen la prueba de los riñones y el hígado (para ver si ciertas enzimas están presentes o no), examinar la orina (ver cuál es el nivel de proteínas y cuál es el nivel de glóbulos rojos en él) y las pruebas de sífilis (para verificar la presencia de anticuerpos antifosfolípidos).
En el caso de un paciente que es más bien sospechoso de Fibromialgia, el profesional médico comenzará evaluando los puntos de presión en el cuerpo del paciente. Según un conjunto de pautas, si el médico está probando 18 puntos de presión y el paciente los encuentra dolorosos, entonces las posibilidades de fibromialgia son bastante altas.
Más adelante, el médico realizará un análisis de sangre que es muy bueno para diagnosticar este síndrome. Esta prueba se llama FM / a y puede determinar si ciertos marcadores están presentes o no en las células sanguíneas (marcadores que, al parecer, están presentes en todos los pacientes que padecen Fibromialgia).
Aparte de eso, no hay muchas pruebas que puedan determinar claramente la presencia de fibromialgia, aunque los médicos también pueden elegir investigar otras enfermedades relacionadas con la fibromialgia (artritis, hipotiroidismo, enfermedades renales, síndrome del intestino irritable, etc. )
Diagnosticar correctamente la fibromialgia y el lupus es esencial para la mejora de la salud del paciente. Aunque las dos condiciones médicas muestran cosas comunes, su tratamiento puede variar mucho y puede no ser “transferible”. Por ejemplo, en el caso del Lupus, se tomarán medidas para evitar complicaciones graves, mientras que en el caso de la Fibromialgia no se administrarán analgésicos ni antiinflamatorios (y, según cada caso, antidepresivos y medicamentos para dormir). se prescribirán píldoras). En el caso del Lupus, se puede usar la misma variedad de medicamentos, pero las dosis y el tipo exacto pueden variar, de acuerdo con los síntomas de cada paciente, su historial médico y su gravedad.