La sensibilidad al frío es un síntoma común de la fibromialgia (FM) y el síndrome de fatiga crónica (SFC/EM) que puede hacer que los meses de invierno sean una verdadera batalla para nosotros.
Sin embargo, con un poco de planificación es posible aliviar lo peor que conlleva el tiempo frío para su enfermedad.
Pasar frío es un problema por un par de razones: en primer lugar las molestias que supone el frío en si y la dificultad de que el cuerpo entre en calor cuando no nos encontramos bien y en segundo lugar, el frío puede conducir a brotes de otros síntomas.
¿Por qué tenemos tanto frío?
Muchos investigadores creen que estas enfermedades implican algo que se llama la disautonomía, esto es una desregulación del sistema nervioso autónomo que es quién controla nuestra homeostasis o mantiene cosas como el ritmo cardiaco, la digestión y la temperatura corporal dentro de los parámetros normales.
En la disautonomía, estas funciones automáticas pueden estar desajustadas y en muchos de nosotros con FM y SFC/EM esta desregulación se hace muy evidente en la temperatura de nuestro cuerpo.
Cuando los pies de una persona sana se enfrían, por ejemplo, el sistema nervioso autónomo entra en acción redirigiendo el flujo de sangre para calentar esa zona. Mientras la situación no es extrema, el cuerpo debe ser capaz de superar el efecto del medio ambiente.
Debido a la disautonomía, sin embargo, cuando alguien con FM o SFC/EM tiene los pies fríos, el cuerpo no es capaz de adaptarse adecuadamente, por lo que los pies se mantendrán fríos.
Incluso ponerse los calcetines más gruesos que tenga puede que no le ayude a calentarse los pies cuando el medio ambiente tiene un mayor impacto en el cuerpo.
Cuando el dolor está directamente relacionado con el frío pero no se están produciendo daños en los tejidos, se llama alodinia térmica.
Cuando el frío actúa como un disparador para el dolor generalizado en las áreas que no están frías, o desencadena una cascada de otros síntomas es sólo una forma más de manifestación de FM o SFC/EM.
La prevención de los problemas del frío.
Hasta el momento, no disponemos de tratamientos destinados a regular nuestra temperatura y el alivio de los síntomas relacionados con el frío, lo que significa que tenemos que encontrar formas de manejar estos síntomas. La mejor manera es evitar ambientes o situaciones excesivamente frías.
Algunas ideas:
Mantener los pies cubiertos durante el tiempo frío.
Use ropa abrigada pero sin excederse, podría desencadenar los síntomas de la sensibilidad al calor que también nos afectan.
Consuma bebidas calientes y alimentos calientes como sopa y la harina de avena que tiene un elevado poder calórico.
Abrigarse antes de salir al frío.
Caliente su coche antes de salir de casa, hay sistemas de arranque remoto para autos.
Mantener su zona a una temperatura cálida.
Tenga a mano mantas y zapatillas cómodas y cálidas.
No importa el cuidado que ponga, es casi seguro que se enfriará de vez en cuando.
Cuando esto pase y le sea difícil entrar en calor es posible que tenga que encontrar una fuente de calor externa como:
Un baño o una ducha caliente.
Bolsas de agua caliente.
Prendas de vestir calefactadas como calcetines o mitones que funcionan con baterías.
Las mantas eléctricas.
Almohadillas de calor o productos similares para calentar en el horno microondas.
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